03 Dic ¿Quién dijo que 20 años no son nada?
El 3 de diciembre de 1999 con 23 años daba mi último final para recibirme de odontólogo. Nunca fui muy memorioso, así que, lógicamente, muchos de los detalles de aquel súper día de mi vida se han borrado.
Sin embargo, aún puedo sentir algo de mi propia euforia y las de mi compañeros, el orgullo de mi familia y la sensación de que podía alcanzar (casi) cualquier objetivo que me planteara. En definitiva, que tenía al mundo a mis pies.
Ese día más que una meta alcanzada fue un punto de partida. Lo que vendría después sería mucho más duro y más satisfactorio que lo hasta allí vivido.
Compartir y disfrutar la diaria con el gordo y mi hermano por más de 15 años me resulta un tema imposible de abordar. Excede mi capacidad de raciocinio. Y ahora que ya no está, más. Lloro.
No puedo estar más agradecido a la vida por el privilegio que me fue dado. Pude estudiar, ejercer y desarrollarme en la profesión que elegí con independencia y libertad. Capacitarme y trabajar mucho con esfuerzo, pasión y empuje.
Hace 5 años, cuando cumplí 15, escribí este post en el que, entre otras cosas, me planteaba mejorar día a día y estar a la altura. Creo que en el balance general cumplí.
La curva de aprendizaje violento claramente ya pasó. Para bien y para mal ya estoy en el grupo de los profesionales experimentados.
Seguramente hace 20 años no me imaginaba en este presente, por lo que tampoco creo que vaya a acertar si hago ese mismo ejercicio hoy en día.
Eso sí, epero encontrarme en salud y con menos obligaciones. Disfrutando la diaria a mi manera, lo doy por descontado.
Seguimos….
Mariano (@drmorgante)
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