18 Ene Coronas, coronas y más coronas (Parte I – Indicaciones)
Otro tema disparado por las innumerables consultas que recibimos de manera presencial, telefónica y digital en el consultorio y en la vida. Cuando decís que sos dentista, tenés que responder preguntas en cualquier lado (en cumpleaños, reuniones, en la calle, en todos lados). Je!
En el fondo (un poco) me gusta. Siempre tuve claro que tener una población más informada y educada nos facilitaría nuestra práctica diaria. Creo en la democratizanción de la información y me encantan las relaciones horizontales. En especial, la relación paciente-profesional. No me da miedo tener que explicar y fundamentar los procedimentos que sugiero a mis pacientes en el consultorio. Empatizo con las personas que se involucran en la resolución de sus problemas y que aprovechan las oportunidades.
Las preguntas más frecuentes que recibimos son: ¿es realmente necesaria la corona? ¿Por qué? ¿Qué alternativas tengo? ¿De qué materiales pueden ser? ¿Cuántas veces tengo que venir? ¿En serio? Por qué tantas? ¿Cuánto me va a durar? ¿Por qué son tan caras? ¿No me puedo quedar con el provisorio? Entre otras.
Como estoy convencido de que su utilización no debería ser indiscriminada, conocer los fundamentos de cada caso nos ayudará a comprender los criterios de uso:
1- En los casos de rehabilitación de piezas dentarias con tratamiento de conducto realizado. Exceptuando aquellas con grandes pérdidas (en las que el remanente se reduce prácticamente a la raíz), la corona no sería obligatoria, pero la deshidratación fisiológica que sufren los dientes en esta condición les quita capacidad de flexión, los vuelve más rígidos. Se impone hacer una evaluación detenida del tejido sano. Vemos muchas piezas con fracturas por haber sido restauradas por dentistas supuestamente conservadores. Ojo!
2- Piezas dentarias con múltiples restauraciones. La colocación de un corona minimiza el riesgo de fractura, unifica color y sellado, simplifica la relación con las piezas vecinas (punto de contacto).
3- Piezas con restauraciones grandes y paredes dentarias finas. Las fuerzas masticatorias son altas. Bajar el riesgo de fractura se impone.
4- Piezas dentarias con movilidad. Un recurso muy utilizado para evitar migraciones es ferulizarlas (unirlas). Esa ferulización puede hacerse con coronas.
5- En formato puente. Una manera de rehabilitar una pieza dentaria ausente es con un puente montado con coronas sobre las piezas vecinas.
6- Sobre Implantes. La opción protética rehabilitadora #1 por naturaleza para piezas faltantes unitarias o múltiples.
Espero no haberme pasado de técnico y prometo otro artículo en breve que trate sobre ‘materiales’.
Seguimos….
Mariano (@drmorgante)
Cristina Feijóo
Posted at 13:02h, 23 eneroMuy interesante. Espero con curiosidad la continuación. Encuentro estimulante y constructivo que se explique a los
Pacientes las razones e implicanciad de los tratamientos que reciben. Muchas gracias.
Dr. Morgante
Posted at 15:07h, 23 eneroMuchas gracias Cristina por sus palabras. Me alegra que le resulte interesante. Precisamente esa es la idea. Seguimos… Mariano (@drmorgante)
Rita Margarita
Posted at 15:26h, 23 eneroGracias por tanta explicacion, Drs!!!!
Dr. Morgante
Posted at 15:30h, 23 eneroDe nada Rita. Uds lo merecen. 😉
Un beso, seguimos…
Mariano (@drmorgante)
Pingback:Coronas, coronas y más coronas (Parte II – Materiales) | Dr. Morgante - Odontologos
Posted at 09:34h, 01 febrero[…] con el tema ‘coronas’, tal cual les anticipé en mi artículo anterior, en esta entrada voy a profundizar sobre los materiales. El menú de la odontología de hoy nos […]